¡Ahuecando el ala!

Muchas situaciones no se entienden y por mucho que te las expliquen o se intenten justificar continúan  siendo incomprensibles.

Hasta ahora he procurado mantenerme al margen porque conozco la dificultad a la que deben estar enfrentándose los nuevos ediles, algunos más que otros.

Hay que pagar la novatada, y todo lleva su tiempo y sus puñaladas. Pero la mucha o poca inexperiencia, no justifica la toma de decisiones a la ligera, sin meditar las consecuencias que pueda ya no repercutir en el equipo de gobierno, sino en la ciudadania, que tanto ha confiado en que es posible otra realidad. Gobierno al que por otra parte, le deseamos una poligamia muy duradera.

A la vista de lo que se viene aconteciendo sobre la reincorporación del Cabo Paulino a la jefatura de la plantilla de policía de Valdemorillo, voy a permitirme realizar algunas puntualizaciones. 

En primer lugar, decir que todo este guirigay no es más que la consecuencia de la desidia más absoluta del anterior equipo de gobierno, y del desastre de su gestión.

Sin embargo, creo que más hubiese valido dejar las cosas como estaban, antes de dar pasos que después haya que desandar, pues la salida de Molero, no significa que se hunda el barco del todo, ya que si lleva haciendo aguas desde hace años, unas cuantas semanas o meses más,  todavía puede flotar.

Por lo que se ve y cuentan los afectados, el Sr.Huecas, ha pasado de no tener funciones asignadas, y tocarse los pies a dos manos en el turno de tarde, a dar ordenes y organizar a la plantilla, en el turno de mañana. Y a menos que se haya autoproclamado emperador único aprovechando la abdicación del regente, debe ser que alguien le ha autorizado a ello.

Que el Sr. Molero tendría que regularizar su situación más tarde o mas temprano, era por todos conocido. No es algo que haya podido pillarnos por sorpresa, cuando llevaba sonando además, que no se pretendía seguir renovándole, ya que por otra parte, sería inviable, pues la comisión de servicios tiene una duración máxima de un año, prorrogable por otro. 

La comisión de servicios es una forma de contratación que permite cubrir de manera urgente y excepcional, una plaza que ha quedado vacante, y que finaliza en el momento en que desaparecen las causas de urgencia por las que se necesito la comisión. El motivo de la urgencia en la contratación la sabemos todos. Alguien se hizo caquita cuando vio la tele, y la suspensión de empleo que no de sueldo al Cabo Paulino por parte de la Sra. López anterior alcaldesa, motivo la urgencia. 

Sin que entendamos muy bien por qué, aunque la causa que motivó la urgencia desaparece cuando el Cabo Paulino se reincorpora a su puesto de trabajo allá por el 2.013, lo que habría invalidado la renovación de la comisión, ésta continuó realizándose y realizándose y realizándose...

8 renovaciones de seis meses en seis meses, pero nadie abría la boca por si nos tragabamos a la excepción, a la vista de que únicamente existe una plaza de cabo, que le daría en principio (artículo 18 del DECRETO 112/1993, de 28 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento Marco de Organización de las Policías Locales de la Comunidad de Madrid  ), la jefatura al miembro de la plantilla de mayor jerarquía, que no es otro que el único e inigualable Cabo Paulino.

A la vista de esto, parece que ya estábamos preparando el terreno para metérnoslo con calzador. Pero las urnas retrasaron la estrategia.

Sin embargo, la decisión de Molero de irse por motu propio o porque le han abierto una puerta, no eleva automaticamente al Cabo Paulino al puesto de cabeza, pues hay otras opciones. Como por ejemplo, la que se indica en el artículo 32 de la "LEY 4/1992", de 8 de julio, de Coordinación de Policías locales, articulo que se le ha debido de pasar al secretario:

"El Jefe inmediato del Cuerpo de Policía Local será nombrado por el Alcalde, y seleccionado por el procedimiento de libre designación, conforme a los principios de mérito y capacidad, pudiendo ser cesado libremente. El nombramiento habrá de recaer bien en funcionario del Cuerpo de Policía Local de mayor CATEGORÍA en su Ayuntamiento, o bien en funcionarios de otros Cuerpos de Policía Local, o de otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que tengan, como mínimo, igual o equivalente categoría de la que se trate".

Y resulta que la CATEGORÍA de los agentes y los cabos es la misma. GRUPO D. Lo que implica que a igualdad de categoría, Dª Gema podría nombrar como jefe a cualquiera de los funcionarios de nuestra plantilla. 

Lo cual, repito, invalida, la justificación de la ocupación temporal del Cabo Paulino en sus funciones actuales.

De hecho, cuando el Sr. Molero se iba de vacaciones, nadie ocupo instantáneamente su puesto. De la misma forma que nadie lo hizo, durante el periodo en el que estuvo realizando su curso de formación de adiestramiento canino.

6  o 9 meses, que a Dª Pilar interesó mantenerle alejado de su protegido, a la vista de la mala relación que entre ambos cabos existía. Hasta tres expedientes disciplinarios propuso el Cabo Molero contra el Cabo Paulino, que se encuentran en la misma papelera donde están los que yo propusiese en su día.

La cuestión es que porque nos la han colado, o porque a alguien le ha parecido el Juan tan estupendo, que hasta le vamos a pagar lo que reclama, que ahí está, y por mucho que se asegure que no ocupa la jefatura porque no hay nada firmado, lo cierto es que hace y deshace, pero sin titulo.

El simple hecho de que se le haya dado la confianza aunque sea por 10 minutos y de forma provisional, sin antes averiguar e investigar en qué situación quedó todo este asunto, me decepciona profundamente de este equipo de gobierno, y espero y deseo no sólo que encuentren una pronta solución, sino que cumplan con el cometido que tienen confiado.