Una vez asimilada la amenaza intimidatoria que se escucha en el vídeo, ya que la intención deseada por su propagadora, no ha provocado efecto alguno en mi cortex cerebral, sino más bien lo contrario, voy a hacer uso de la libertad de información y expresión característica de un Estado este se supone de Derecho, para rebatir algunas cosillas, que con o sin intencionalidad, parece que se desvían un tanto de la realidad.
