Eran tres.
La primera, que decía algo así:
Todo cuerpo está en reposo, hasta que actúa sobre él una fuerza, que le hace modificar su estado inicial.
Es decir, si uno está tan tranquilo y le dejamos tranquilo, sigue tranquilo. Si le tocamos las narices, éste, empezará a moverse.
En qué dirección y con qué intensidad, dependerá de la fuerza inicial aplicada.
Segunda:
Esta es la de Alf. La que ha hecho que el cuadrante se caiga por su propio peso.
La de:
F = m.a
m.g = m.a
g = a
g = a
nos queda que la aceleración coincide con la fuerza de la gravedad.
¿Ven?.
Por eso se ha caído el cuadrante de Alf.
Por su propio peso, después de que el fantasma lo cambiase, claro está.
Ha sido, la gravedAlf.
Y la tercera. La que más me mola.
Por eso se ha caído el cuadrante de Alf.
Por su propio peso, después de que el fantasma lo cambiase, claro está.
Ha sido, la gravedAlf.
Y la tercera. La que más me mola.
A toda fuerza de acción, le corresponde otra de reacción de la misma intensidad y sentido contrario.
Es decir:
Ostia va...
...ostia viene.
Eso sí, procuraremos que sea de la misma intensidad.
Alcaldesas experimentando la ley de la gravedad |