lunes, 16 de julio de 2012

La meada del liderazgo.


Todos los animales, de un modo u otro, delimitan y marcan su territorio; generalmente lo hacen mediante sus excrementos (orina y heces).


                    

El hombre primitivo pocas preocupaciones de espacio tenía. Había terreno para todos. Pero, a medida que crecía en número y desarrollo intelectual, fue extendiendo sus fronteras vitales. Cada tribu expandió sus linderos sin problemas. Sin problemas hasta que topó con las fronteras de la tribu vecina. Las libertades de uno terminan donde empiezan las del prójimo. Y comienzan los conflictos.

Y llegamos al hombre civilizado que vive en sociedad y en teórica armonía con sus vecinos. Teórica, porque la aparente comodidad que supone el vivir en comunidad tiene a veces un alto precio: el desequilibrio psicológico por el estrés competitivo en defensa de un territorio.

Es curioso observar cómo trastornos tan comunes en el ser humano, como la ansiedad, la depresión, la agresividad desmedida, las úlceras digestivas y demás manifestaciones neuróticas y psicosomáticas, sólo aparecen en los animales cuando están sometidos a limitación territorial.


Realmente, ¿la pérdida territorial influye tanto en el ser humano como para ser responsable de una gran parte de entidades nosológicas, objeto de una ciencia como la psicopatología?


Parece que para algunos,  sí.

¿Y por qué les cuento todo esto?

Pues porque el viernes pasado, fui a hacerme el DNI-e al Ayuntamiento, como una ciudadana normal.


Cuando se detectó mi presencia en el lugar, empezó a funcionar el sónar, y comenzaron a generarse los impulsos de localización, junto con no sabemos si las instrucciones de la que estaba en el registro cuando entré, "vete pa bajo a ver que coño hace esta ahí", o fue una percepción de amenaza territorial, por  la que se hacia necesaria  lanzar la meada de liderazgo, ante la presunta invasión de sus espacios en propiedad.

Fue cuando bajó Alf.








A controlar.

A pavonearse.

A hacerse el interesante.

A dejar claro, que era su territorio.

A soltar, la meada de liderazgo.

No tengo muy claro si bajó para provocar, para intimidar, o para hacerse notar.

Que lastima.

Si hombre, si.

Solo una cosita, hijo. Recordarle, que el servicio del DNI, se puso en marcha, gracias a mi gestión. Que esto, también lo has heredao.

Y tanto controlar, y controlar, y te podías haber dado cuenta, que no te diste, que la gente mayor, estaba bajando las escaleras con muletas o bastones, cuando hay un ascensor por la parte de atrás.

Y de que había una trampilla con los cables sueltos, que no hacían nada más que pisar, con el consecuente peligro de caídas, para los que tenían que subir el escalón enorme del salón de plenos, y sin cobertura móvil, que es el nuevo sitio que habéis habilitado para mayor comodidad al ciudadano. Y que habéis habilitado ahí, entre otras cosas porque todavía no hay linea telefónica, después de tres semanas, en las nuevas dependencias de la Ermita, ni la linea ADSL, que necesita la Policía Nacional, para que el servicio del DNI-e funcione.

Pero vamos, que tu a lo tuyo, eh?, a la meada.

Y  además, con la que tienes encima, no se como todavía tienes cara, ni vergüenza, para pasearte, sacado pecho, como si nada.


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