jueves, 21 de junio de 2012

Respondiendo al comentario que me han dedicado en el post anterior.


Como habréis visto, y puesto que estoy a favor de la libertad de expresión, he publicado un comentario que me ha llegado en relación al post de las “mentes privilegiadas” y que dice así:

" Eres una soplapollas fustrada que necesita RABO, que todavía no lo has catado".

Parece ser que algún valiente discrepa sobre las conclusiones de mi investigación científica, y rebate mi tesis de la única manera que su capacidad intelectual le permite.

Por cierto, se dice frustrada, no fustrada. Ya tenemos una pista del anónimo. Es disléxico, torpe, o artrítico.

Ya les dije a los ignorantes que evitasen leer el post, pues las reacciones por los posibles efectos secundarios, podrían tener consecuencias graves. Parece ser que no me hicieron caso y se han desencadenado los espasmos termicotemporales por el sobrecalentamiento neuronal, lo cual no hace más que confirmar mi hipótesis.

Mentes simples, seres no evolucionados, sin ningún tipo de formación, razones o argumentación, que tienen como única salida a su impotencia, la descalificación, el insulto y el lenguaje machista.

Descubrimos también en este anónimo, la conocida mutación machoman, que hace variar la situación del pensamiento racional, de su ubicación normal, a algún lugar de su espacio genital, carente por completo de sustancia gris, lo que explica, los comportamientos primitivos, e irracionales de estos espécimenes.

Y acabo con D. Miguel de Unamuno que aconsejaba a sus alumnos: “Si en vuestro camino se cruza un imbécil, gritadle imbécil y seguid adelante”.

O con palabras de Sócrates, que habiendo recibido en cierta ocasión un insulto, seguido de un puntapié, exclamó, no dándose por aludido: “¿Acaso si me hubiera dado una coz un asno, me enfrentaría a él...?”.

No hay nivel, anónimo, no hay nivel.

Y hasta el rabo, todo es toro.

1 comentario:

  1. Buena contestación, como dice el refrán,a palabras decías oídos sordos.

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